domingo, 10 de febrero de 2013

Epílogo


Estoy muy feliz con nuestra nueva relación, sigo sin podérmelo creer. Somos muy felices juntos,  no puedo describir con palabras como me siento.

A Paula le ha dado tanta vergüenza, que ha decidido inmediatamente irse del equipo de baloncesto. Él ya no se pierde ni uno y ya no se le pasa en ningún momento de
 la cabeza traer a Paula a los partidos. Disfruta viéndonos jugar y yo soy muy feliz con el apoyándonos.

(Narra Rubén)
He aprendido una lección.






(Narra Carmen)
¿Quién dice que los sueños no se hacen realidad?
Y colorín colorado, este cuento…

¡Se ha acabado!

Fin

Cap. 13: Decisión


Nota !! : Hasta ahora siempre ha narrado Carmen. En este capítulo la mayor parte la narrará Rubén, será indicado entre ()

La gente aplaude a nuestro rap y suena la alarma del patio, la gente se va. He dejado a Paula sin palabras, cuando él decida, a ella le quedará claro quién es el real amor de Rubén, que soy yo. Lo demuestra, me cuenta sus secretos y me considera una chica amada por él, ellos cuando quedan es para tomar algo juntos, ya está. Antes estaba celosa, pero después de darle su merecido quiero decir que me siento muy bien.

(Narra Rubén)
¡Qué decisión más difícil me han hecho tomar! Cierto es que Carmen es una gran chica y Paula muy femenina. A Carmen no le gusta ir por ahí femeninamente, pero sabe apreciarme, guardar mis secretos y apoyarme deportivamente, yo se lo agradezco apoyándole más en los suyos. Paula por su parte es femenina, deportiva y enamoradiza, sí que desde que ella está en el equipo de Carmen, tienen serios problemas allí, pero es linda haga lo que haga, tiene un físico hermoso.
Estoy en clase mirándolas y ellas mirándome a mí, me traen ambas sonrisas a la cara.

(Narra Carmen)
Que pesada Paula, se pone a echarme mal de ojo sin que Rubén se entere y a soltar en voz baja la frase “me quiere a mí”.
Por la tarde me voy a jugar al fútbol, Iván juega allí, otras veces no, pero bueno, me lo paso bien, tengo amigos muy buenos allí. Cojo mi bolso, me guardo dentro la chaqueta y me pongo a jugar. Iván está en mi equipo, así que se hace más divertido. Sacan los centrales de nuestro equipo, se lo pasan a los delanteros y, la defensa nos bloquea, se la pasa al segundo delantero, los esquiva, pero hace corner. Luego saca el otro, pero yo, que soy defensa, la quito y se la paso a Iván, que es central, porque hace pases muy buenos. Se la pasa a nuestro delantero y marca. Un rato después, hiendo 1-0 llega el descanso.

― Muy bien Iván ― le digo yo.
― Tú también ― dice él ― menudo bloqueo.
― Gracias ― le digo.
― ¿Qué piensas respecto a Rubén y Paula? ― Pregunto yo.
― Que me elegirá a mí ― digo yo.
― Debería hacerlo ― dice él.
― Si ― digo yo ― ella solo quiere hacer que yo me sienta mal, a él solo le atrae físicamente, en realidad a ella no le importa los sentimientos que tenga él hacia ella.
Al acabar el partido quedamos 3-2 ganando nosotros. Eso me pone contenta, el equipo contrario se ha enfadado, lo mismo que les puedo demostrar que juego mejor que ellos a Paula le puedo demostrar que Rubén a quien quiere es a mí.

(Narra Rubén)
Estoy en el cambio de clase, he oído lo de que Carmen ha ganado en el fútbol jugando con Iván, son muy deportivos. Él se acerca a mí.
― Hola ― dice ― ¿Elegirás a Carmen o a Paula?
― No lo sé ― le digo yo ― es una decisión muy difícil y tú sabes que me cuesta mucho tomar decisiones.
― Eres un caso perdido ― me dice él.
― ¿Tú a quién me aconsejarías? ― Le digo yo.
― Mira a tu corazón Rubén ― me dice.
― ¿Qué? ― Le pregunto yo.
― En serio ― dice ― mira a tu corazón ― yo me pongo la mano en el corazón y cierro los ojos.
― Alguien te quiere ― dice ― ¿Quién es?
― ¿Quién? ― Digo yo.
― Mirando a tu corazón lo sabrás ― dice él. Yo intento mirar a mi corazón, mis sentimientos y emociones. ― Otra persona quiere ofender, no quiere salir contigo, solo quiere utilizarte para que los otros se sientan mal ― dice él, veo que describe a Paula ― ¿Quién es esa que te demuestra su deportividad para hacerte feliz?
― Carmen ― le digo yo.
― ¿Y esa que te defiende y te apoya siempre? ― Pregunta él.
― Carmen ― le digo yo.
― ¿Y esa con la que compartes todo por muy secreto que sea? ― Pregunta él.
― Carmen ― le digo yo.
― Ella es la que te quiere realmente, la que ejerce la fuerza, la fuerza del amor ― yo abro los ojos.
― ¿Ya sabes a quién quieres? ― dice Iván.
― Si ― digo yo.

(Narra Carmen)
Debo admitir que tengo algo de miedo, he pasado de enfado a tristeza. ¿Y si elige a ella? Eso significaría que no me quiere, que no ve mis sentimientos y que no puede ver la intención de Paula, se reirían de mí, sería una chica olvidada por todos y la tonta de la pandilla, mi vida sería un infierno, no estoy preparada.

(Narra Rubén)
¡Qué bonito consejo me acaba de dar Iván! Tiene toda la razón del mundo, Carmen es la ideal, Paula es una mala persona con ella y también conmigo. Carmen lo da todo por mí, me ha hecho montones de favores y ha guardado siempre mis secretos, ella es la chica ideal, ella y nadie más. La clase me ha dicho que en el recreo debo decirlo, lo diré y bien claro, con un grito a los mil vientos, quedará más que claro.

(Narra Carmen)
Ya estamos en el recreo, estoy junto a Paula y delante de Rubén, él debe tomar la decisión, me pongo de los nervios, me entran ganas de llorar, pienso que siendo él como es, querrá elegirla a ella antes que a mí.

(Narra Rubén)
― Ya tengo la decisión ― comienzo una frase ― todo ha sido mirando al corazón debo decir que gracias a Iván, se quién es la mejor, al principio estaba en duda, pero ya lo tengo todo más que claro, a la que he elegido es…
― ¡A mí! ― dice Paula ― ¿A que sí?
―… ¡Carmen! ― grito a los mil vientos. Carmen se pone a llorar de alegría y yo le doy un abrazo.
― ¿Qué? ― dice Paula ― ¡Aaaaaaaagg! ― Y huye de mí.

(Narra Carmen)
¡Me ha elegido a mí! No me lo puedo creer, este es el mejor día de toda mi vida.

Cap. 12: El rap


La gente nos observa, todo son insultos en esta pelea. Le dejo claro a quién quiere de verdad con mis palabras, ella por mucho que diga no me convencerá.

― ¡Venga ya! ― digo yo ― eso es lo que tú quieres.
― Todo lo contrario ― dice ella ― es lo que quieres tú.
― Si ya ― digo yo con tono irónico.
― ¡Rapead! ― Grita Chuko y se pone a marcar el ritmo. Así que nosotras decidimos hacer un rap.


Nota !! : Violeta = CarmenRojo = Paula 




Mira tú no eres nadie en verdad.
Eres la menos femenina de la ciudad,
La gente no te quiere,
Solo a mí
Quieres agredirme
Pero él me quiere a mí.
Cada día soy tu pesadilla
Y tu vida está arruinadilla
Me metí por medio, lo sé.
Y un gran favor le hice a Rubén.

Mira no eres para tanto jaja
Tu vida no vale para na.
No eres deportiva
Tú estás celosilla
Yo estoy muy tranquila
Porque soy la querida
Deportivamente
No sabes na
Y tu mente
Tampoco tiene na
Siempre vas en plan chula
Pero por dentro el miedo te la chuta

La gente a ti
Te tiene a manía
En cambio a mí
Me considera linda
Tu eres espantosa,
Pareces un chico
Estilosamente no tienes ni ritmo
Tengo muchas amigas
Me tratan mejor que a ti
Y los chicos
Solo me quieren a mí
Soy una santa
lo contrario a ti
Bórrate de mi vista
No estás aquí

Tu no tienes cuerpo
Que puedas lucir
Eres una cría
El viento te lleva a ti
Yo sin embargo
Puedo presumir
Soy una chica
en cuerpo de hombre
Si saco músculos
¡Dios! Gritan los hombres
No quiero ser femenina
Eso no me importa
Con lucir cuerpo
La gente se conforma

¿Es que eres un hombre?
Acabemos ya
Este rap ¿Si?
Rubén tendrá que elegir una
En otras palabras a mí

Acabemos venga,
Pero me elegirá a mí
Porque el a quien quiere es a mí
Y esto se acaba aquí.






Cap. 11: Pelea en el patio


Cada vez el equipo va peor, me da una rabia tremenda, yo no puedo vivir así, le gusta que me enfade y está disfrutando conmigo así, Alba me da consejos, pero aunque me cuesta hacerlos, esto merece algo.

 Hoy en clase Paula está pasando el rato con sus amigas, yo estoy aquí pensando en las palabras que me da Alba. Iván también está dándome consejos cada vez que me pregunta sobre el equipo de baloncesto yo se lo digo y según ellos debo dedicarle unas palabras, no me gusta pegar, insultar, chillar, ni nada de eso, pero cuando hay que decirle algo a alguien por otra persona, lo debes hacer y no se puede guardar dentro.

Estoy en el patio, Paula se ha juntado con sus amigas y Iván me dice que se lo diga ya. Estoy espirando e inspirando rápido a punto de reventar. Las oigo desde aquí con mi buen oído está soltando frases como “ay si, a mí Rubén me quiere mucho, a Carmen no la quiere para nada”. De pronto voy corriendo hacia ella con un gran enfado.

― ¡Ya está bien! ― Le digo yo, dándole en el hombro.
― Eh ― dicen sus amigas ― a Paula no se le toca ¿Entendido?
― No te tengo miedo ― le digo yo ― me da igual lo que digas ― Paula se ríe.
― Y a mí también ― dice ― si a ti Rubén ni siquiera te quiere.
― ¿Tienes algo que lo demuestre? ― Le pregunto.
― Eso que te lo diga él ― me dice ― él lo sabe mejor que nadie, y dice que soy yo su favorita.
― ¡Ooooohh! ― gritan sus amigas ― menudo palizón ― dice una de ellas.
― A mí me da igual lo que me digas ― le digo yo.
― Y a mí también ― dice ella ― eres tú la que debería ver la realidad y no la ve.
― La realidad es esta ― le digo yo ― no me interesa que me quiera a mí, solo digo que esto está hiendo demasiado lejos.
― Yo a ti no te he hecho nada ― dice ― ha sido todo por él, porque le quiero, y él a mí también.
― Esto no es quién quiere a quién ― le digo ― estás ofendiendo a los demás con tal de salirte con la tuya.
― No ― dice ella ― solo que yo en realidad le quiero a él.
― Venga ya ― digo yo ― si solo vienes porque él te vea.
― Quiere verme ― dice ella
― Mentiras ― le digo ― a mí me dice que quiere vernos volver a ganar, pero que me apoyará igualmente.
― ¿Veros ganar? ― Pregunta ella con sarcasmo ― si ya perdíais antes.
― Por tu culpa ― le digo yo.
― ¿Mi culpa? ― Pregunta.
― Si ― le digo yo ― no dejabas de ponernos de los nervios a mí y al resto.
― Si la culpa fuera mía no me habrían querido fichar ― dice ella
― Porque nuestra presidenta no conoce tus intenciones ― le digo yo ― solo se fía de tus palabras y de lo que dices de que te gusta el baloncesto, en otras palabras: Mentiras.
― ¡Diooooooss! ― Dicen sus amigas mirando. Poco a poco viene más gente al vernos chillar.
― Todo lo que he dicho es verdad ― dice ella.
― Mentiras ― digo yo.
― Mentirosa tú ― dice ella ― que solo hechas las culpas a los demás sin motivo.
― Tengo un motivo ― le digo ― y es que tú eres la que ha traído problemas al equipo y a Rubén conmigo.
― ¡Que no te quiere tía! ― Dice ella ― ¡Entérate!
― A ti menos ― le digo yo.
― A mí mucho más que a ti ― dice ella.

Cap. 10: Nuevo fichaje


Pasan los días, nosotros estamos guardando lo ocurrido en secreto. He recibido mi primer beso con Rubén, algo que me daría mucha vergüenza contar y a él también. No quiero que se enteren sobre estas cosas y menos Paula, que no sé qué me diría. De momento estoy intentando dejar lo suyo a un lado, porque él ha demostrado que no me considera mala persona como los cotillas de la clase dicen, sino incluso algo más que amiga, pero que no quiere que se entere nadie del beso ni de su secreto. Veo que la gente mira fuera de la realidad, pero paso de eso, mientras Paula no me haga nada, estoy tranquila.

Me encuentro en el patio del instituto, Rubén está con Paula, yo estoy conectada al teléfono móvil en el patio en el banco que está a su lado, así que disimuladamente les oigo. Paula está hablando con él sobre si van a quedar esta tarde, él le dice que tiene que ir a ver una cosa en un partido de baloncesto, él mío, pero él no le dice cual, le pregunta que dónde jugaran y le dice que en el estadio al lado del supermercado, él siempre tan sincero.

Por la tarde tengo un partido, así que me pongo pronto a hacer los deberes, nada más comer. Tengo deberes de un montón de asignaturas, los hago rápido, el único alivio es que antes íbamos a jugar a las seis y al final jugamos a las siete. Más tarde salgo a pasear, porque me sobre tiempo, me encuentro a Paula, que ni me saluda ni nada, se pone a mirar el cartel del estadio en el que vamos a jugar y lee en voz alta “Grito al viento” lee la hora “siete” y lee a los jugadores, entre ellos me menciona a mí, entonces piensa en voz alta “así que Rubén irá a alabar a Carmen y a su equipo” y suelta una risa malvada.

Después, antes del partido me acerco a Rubén que me dice que vayamos a por todas, de pronto se acerca Paula, yo le digo que qué hace aquí y ella dice que iba  venir, pero yo sé cuáles son sus intenciones. Durante el partido se oye alabar al equipo contrario, porque jugamos en su estadio, Rubén es de los pocos que nos alaba a nosotros, sin embargo Paula, que está a su lado alaba al equipo contrario y me atrevo a decir que es la que más chilla. Al final perdemos y ella en la salida a ocultas de él me suelta unas risas.

Pasan unos días, Paula le chiva a la clase que hemos perdido, para que se rían de mí. Iván es el único que me defiende. Le gusta que me enfade y cada vez me hace perder más la paciencia.

Hoy estoy en un entrenamiento con Alba y el resto, a la que le cuento lo que está pasando y me dice que cada vez, si no hago nada lo sentiré con más fuerza. Viene la presidenta del equipo y viene con Paula.
― Hola chicas ― dice ella ― os presento a nuestro nuevo fichaje ― todas menos Alba y yo aplauden.
― ¿Ella? ― Le pregunto yo con cara de sorprendida
― ¿Por qué no? ― Me pregunta ella.
― Porque no tiene ni idea de baloncesto ― le digo yo.
― ¡Va! ― Dice Paula ― está celosa
― Para nada ― le digo yo.
― Estoy de acuerdo con Carmen ― dice Alba.
― Lo siento ― dice la presidenta ― deberías alegrarte y confiar en ella.

Después entrenamos con ella. La presidenta quiere tenerla, pero yo la conozco y es una chica muy femenina, sabe jugar y canasta bastante, pero muchas veces duda y se queda sin saber qué hacer, además tampoco tiene unas intenciones buenas, lo hace por ella y por sentirse a gusto, no por el bien del equipo. Me da una rabia esta mujer, le gusta que los demás se enfaden, está celosa y no quiero contarle nada porque lo chiva todo el mundo, pero me da mucha rabia.

Al día siguiente en un partido perdemos y ella se ríe de nosotras, dice que no es su culpa. Antes no perdíamos casi nunca y por su culpa todavía más. Está trayendo grandes problemas al equipo, algo que solo Alba y yo podemos ver. La presidenta, la que elige quién viene y quién se va, eso no depende de mí, pero ella debe cambiar el chip. Ahora el equipo está más lejos de las chicas al poder y creo que si seguimos así, vamos a ponernos terceros. Rubén le da un beso cuando acabamos los partidos y viene a ver también los entrenamientos para que ella presuma delante de él.


Cap. 9: Secreto musical


Pasan los días,  a poco mi amiga Alba me da más consejos y, como ganamos a otro día, dice que a partir de ahora, debo mostrar la misma confianza delante de ellos, pero sinceramente me cuesta, no enfrentarme a ella, sino admitir los sentimientos de él. Es lunes, estoy en ciencias sociales. El profesor llega y nos pone un trabajo. Dice que hay que hacer un power point por parejas, que se presentará después de semana santa en el que nos pondrá nota y contará un 10% en la evaluación. Va diciendo las parejas, Iván
 va con Paula, Chuko va con Lucas y conmigo va casualmente Rubén ¡Bien!

Me da gusto ir con él, el profesor me ha traído una sonrisa a la cara. Por la tarde nos conectamos los dos por las redes sociales y hablamos sobre el trabajo.

Yo:
Rubén:
Yo:
Rubén:
Yo:
Rubén:
Yo:
Rubén:
Yo:
Rubén:
Yo:
Rubén:

Hola
Hola
¿Qué tal?
Bien.
¿Cuándo vamos a hacer el trabajo de ciencias sociales?
Cuando tú quieras.
Estoy libre el jueves.
Pues bien.
¿A qué casa vamos?
A la tuya mismo.
Vale. Adiós.
Adiós.
Pasan los días, en el estudio voy bien, en casa también, lo peor es las peleas y la chulería de Paula, se ríe de mí en clase, pero paso de ella. Juego también con Chuko al balonmano, me da rabia perder, pero me da igual, eso sí, él vuelve a estar alegre por ganar. Queda todavía para volver a jugar en el equipo de baloncesto, pero estamos entrenando bastante bien todos los jugadores, me encantan estos deportes.

 Hoy es jueves, él viene a mi casa, tengo ganas e Iván dice que él también. Yo personalmente, mientras no me hubiera tocado con Paula, me habría sentido bien. Aunque no se mucho del power point, poner efectos, fotos y texto solo, pero bueno, algo se y lo intentaré hacer. Viene a las cinco de la tarde, así que tenemos rato y ninguno tiene nada que hacer durante la tarde.

 A la hora de comer se lo digo a mis padres y se ríen de que soy una pava, por estar en la edad del pavo, los adultos siempre piensan lo mismo de los jóvenes. Mi padre ha hecho de comer berenjenas rellenas, que me encantan, las hace de comer un poco, pero me encanta que las haga.

Luego hago los deberes y estudio un poco, a las cuatro de la tarde, son pocos los que han mandado. Cuando los acabo llega él.

Nos subimos a la sala del ordenador y nos ponemos a hacer el trabajo de ciencias sociales, le enseño un poco lo que se me ha ocurrido. Le doy algún consejo y él también me da otros a mí. Colaboramos los dos y hacemos todo lo que me pide el profesor.

Más tarde e nuestro rato libre hablamos un poco. Él mira para atrás y ve mi guitarra y mi piano.
― ¿Tocas la guitarra? ― Me pregunta.
― Si ― le digo yo ― la música me encanta y la guitarra es uno de los mejores instrumentos del mundo. La música es para mí la mejor manera de expresarse
― ¿Qué sabes tocar? ― Pregunta él. Yo la cojo y me pongo a decirle algunas notas como el SOL, DO, SI, LA MI…
― La tocas muy bien ― me dice.
― Gracias ― le digo yo ― es útil el sentimiento de tocar. Inténtalo tú.
― No, no quiero ― me dice él con cara triste.
― Inténtalo por mí ― le digo yo ― a no ser que me vayas a olvidar por Paula.
― ¿Sabrías guardar un secreto? ― Me dice él con la mirada baja.
― Si, por supuesto ― le digo yo ― no me gusta contar las cosas por ahí. Es más, hay cosas que no me gusta nada contar.
― En mi tiempo libre toco un poco ― me dice él ― nadie lo sabe, solo mis padres, pero no lo voy contando por ahí. Como soy hijo único no tengo ningún hermano chivato. Mis padres me dicen que soy bueno tocando, pero yo creo que no, me daría mucha vergüenza que se enteraran. Siempre que van a mi casa la guardo en la despensa, el escondite donde nadie mira y aprendo por mí mismo.
― Te entiendo ― a mí hay cosas que me dan vergüenza, nunca he tocado delante de otras personas, siempre lo he hecho yo sola, no quisiera que me viera nadie.
― Yo en serio ― dice él ― yo lo más difícil que se es esto ― se pone a tocar una canción muy difícil que cuesta bastante de tocar con la guitarra.
― Eres muy bueno ― le digo yo.
― ¡Que va! ― Me dice él ― tú mucho más ― después se pone a darme un abrazo.
― Tú tranquilo ― le digo yo ― tu secreto está a salvo conmigo.
― Muchas gracias ― me dice él ― eres la mejor ― y después de esa frase me da un beso. Nadie debe saber nada de esto.

Cap. 8: Celos


Pasan los días, el equipo de baloncesto va bien.

Posición
Nombre
Puntos
1
Las chicas al poder
29
2
Grito al viento
24
3
Estudiabantes
20
4
Barcelona apoya
19
5
Siempre XD
17
6
Reinas del mundo
10
Debo admitir que estoy cogiendo algo de miedo a estudiabantes, que son las típicas que pasan del estudio para centrarse en el deporte, la mayoría son así, pero se están acercando a nosotras. Aun así nosotras también estamos acercándonos a las chicas al poder, en ese aspecto no estamos mal, todo lo contrario, aunque veo muy difícil adelantarlas. También mi familia y amigos siguen hiendo a verlos, la mayoría no se pierden ni uno, y da alegría tenerlos allí.
Es mes de febrero, estamos a miércoles 21, el mes acaba dentro de poco. El estudio va bien, el trimestre pasado las aprobé todas, aunque con muchos cincos, algunos me iban a poner un cuatro, pero al final me aprobaron. También me dicen que este trimestre estoy pensando mucho en mis amigos y poco en el estudio, para mi opinión, se estar en muchas cosas, siempre he tenido las tareas deportivas, académicas y amistosas, no me suelo centrar en nada más, pero tengo siempre en cuenta que el estudio es lo primero, no creo que esto me afecte a las notas, en los que llevamos de trimestre he sacado dos aprobados y un suspenso. Estoy en clase de matemáticas. En esta asignatura estoy sentada junto a Chuko y Rubén con Paula, no la conozco muy bien pero dicen que es una rebelde. Después de clase, en el recreo, vuelvo a verlos a ellos dos sentados juntos, Iván se acerca a mí a hablar.

― Hola Carmen ― me saluda él.
― Hola ― le saludo yo.
― ¿Sabes que a Rubén le está empezando a gustar Paula? ― Me pregunta él.
― ¿De verdad? ―  Pregunto yo.
― Si ― dice él ― dicen que han estado pasando la tarde juntos.
― ¿Eso es verdad? ― Le pregunto yo.
― Si si en serio ― me dice él. Iván es muy sincero conmigo, así que me lo creo. Se va, yo me acerco un poco a ellos para disimuladamente cotillear lo que están hablando.
― Como te quiero ― le decía él.
― Y yo a ti ― le decía ella.

Por la tarde estoy comiendo con mi familia y hablándole sobre el estudio, que va bien. Respecto a Rubén y Paula me da rabia, ella lo único que quiere es herir a los demás, luego se arrepentirá, él es mi chico, sinceramente me pongo mal porque él no quiere ver la realidad y ella solo quiere que los demás se sientan mal. Paula es muy confiada, a ella no le interesa gustarle a los chicos, lo que le interesa es hacer que los demás se sientan como yo. Es una chica mala, siempre lo ha sido y aunque no la conozco mucho sí que sé que se lo ha hecho a muchas personas.

Hoy tengo un entrenamiento en mi equipo de baloncesto, luego jugaremos contra siempre XD, pero todavía quedan tres días. Es un equipo muy bueno, aunque antes iba mejor que ahora. Después de hacer los deberes y de tocar un poco la guitarra, algo que me anima y relaja, me voy al entrenamiento. Nada más llegar estiramos y me pongo a hablar con mi amiga Alba.

― ¿Cómo vas con tu Rubén? ― Me pregunta ella.
― Le gusta otra chica ― le digo.
― ¿En serio? ― Me pregunta ― me sorprende.
― Pues si ― le digo yo.
― Tú tranquila ― me dice ― seguro que tú le gustarás más.
― ¿Tú crees? ― Le digo yo ― ¿Tú de mí qué harías?
― Demuéstrale tu fuerza ― me dice ella ― tú puedes.

Me pongo el peto, me han puesto en el equipo de  mi amiga Alba, jugamos un poco. Marco seis puntos y ella ocho, en total tenemos 40 nosotras y ellas 38, ganamos, por muy poco, pero me da igual, siendo mis amigas y siendo un entrenamiento disfruto a pesar de mi deportividad.

Pasan los días, el equipo de baloncesto entrena y en estos tres días gano una jugando con mi mejor amiga, una sin ella en el que me felicita y uno lo pierdo pero a ella le felicito. Estamos entrenando muy bien, estoy contenta por el trabajo como conjunto. Sin dejar lejos al estudio, que he aprobado el trabajo de tecnología con un nueve y eso que no me gustan nada. Pero claro está, con Paula que continuamente me desespera, intento tener fuerza, pero…

       ¿Y si Rubén se enfada conmigo?
       ¿Y si nuestra amistad se rompe?
       ¿Y si a partir de aquí surgen peleas?
       ¿Y si lo que hago está mal hecho?
       ¿Y si me denuncian por esto?
       ¿Y si me tratan mal a partir de aquí?
       ¿Y si deja de quererme?
       ¿Y si luego me arrepiento?

...

Tengo valentía, pero por estos motivos no puedo. Quiero hacerlo, pero no confío en mí misma, cosa que poca gente entiende. Ella tendrá su merecido, pero no quiero que él se sienta mal, porque le quiero, no como amigo, intento de alguna manera, sin perder nada, conseguir más que una amistad.